Yair crea su propia escuela de galanes. Su primer cliente, Luis, lo pone en aprietos cuando le pide ayuda para conquistar a Angie, la mujer que, veinte años atrás, le rompió el corazón.
Leticia enfurece, pues el plan de los galanes para ayudar a Yair con el tratamiento de Antonia, parece dar resultado. Los galanes tienen sus primeras citas bajo la supervisión de Yair.